Regresamos sobre uno de los ensayos que integran “Sin paradero final”, la entrega del Perú Hoy de Desco de 2018. Como recordamos al repasar el artículo que en este libro publico Fernando Tuesta, los ensayos de esta colección tienen un aliento particular: se escribieron en perspectiva al discurso presidencial de julio de 2018, el mensaje que inició el derrotero del régimen de Vizcarra: el referéndum que marcó el primer escalón hacia el anuncio de adelanto de elecciones de 2019 y el cierre del Congreso, impuesto al final de ese año.
Paula anuncia al empezar que le han pedido repasar que ocurrió con el sistema político y la regionalización en los casi 20 años que separaban el momento en que escribe de la transición. Paula nos habla aquí de descentralización y política. Y describe dos procesos sobrepuestos, cargados de apuestas que no resultaron, o qué resultaron generando algo distinto a lo que pensaron generar. La belleza del título lo anticipa. Ella habla del “entusiasmo de los que no entusiasman”.
El ensayo esta dividido en tres partes: primero describe la distancia que separa los procesos nacionales de los sub nacionales desde el 2006; la segunda el sistema de estímulos y contra estímulos que explican que las organizaciones sin nacionales hayan elegido reemplazos, entre ellos la práctica intensiva de procedimientos y formas de relación clientelistas, que les permiten actuar en el corto plazo, con ocasión a elecciones específicas, sin necesidad de convertirse en partidos. En el tercer apartado describe las porosidades que han hecho posible que a través de esos reemplazos las organizaciones criminarles y la corrupción hayan impregnado el sistema.
El título anticipa que el modelo resultante no coincidía ya al 2018 con el modelo buscado, ni en regionalización ni en organizaciones políticas. Paula observa que el modelo efectivamente desplegado no agrega valor en términos institucionales. De varias maneras el ideario de la transición del 2000, fallido también en este ámbito de planos cruzados (regionalización y sistema político) esperaba reforzar los contenidos públicos del sistema y fortalecer esos espacios públicos fuera de Llma. Pero como Paula nota jobo demasiado dinero disponible, y no solo del canon, y muy poco Estado para darle forma a las cosas.
Después del ensayo transcurrió una historia. Vizcarra armó el referéndum del 2018 y cerró el Congreso en el 19. El Congreso corto del 20-21 mostró a un Acción Popular, el último partido anterior a los 70 que aún tiene asiento en el Congreso, transformado, si cabe decirlo. Impregnado de esa lógica sustitutiva o de reemplazo que Paula describe, Acción Popular del 2020 dio origen a Merino y a los actuales “niños”.
En lo personal la historia que cubata Paula me sugiere que las cosas salieron al revés: las prácticas de sustitución podrían haber impregnado o explotado en los partidos que, en la visión del 2000, debían ser nacionales y organizados en perspectiva a la defensa de intereses públicos.
Entonces los que no entusiasman se entusiasmaron al extremo de controlar la escena final … la oferta política entera, no sólo la que, en el origen, disociaron.
Revisar nuevamente la contribución de Paula a esta colección, que encuentro imprescindible, puede ayudarnos a recuperar la pauta.